Por Miguel Rodríguez.
Aprovechando la ventana de buen tiempo que tuvimos este fin de semana pasado, pudimos disfrutar de un día inmejorable para la práctica de esquí y/o senderismo por parte de algunos componentes del club.
Sobre las 11:30 de la mañana, doblemente desayunados, con los ropajes oportunos y protecciones adecuadas al uso, estábamos en las pistas de la estación invernal Leitariegos, los intrépidos esquiadores preparados para coger los forfait y los senderistas con las raquetas de nieve calzadas para darse una buena templa por la nieve.
La ruta empieza directamente desde el aparcamiento de la estación y comenzamos con dirección hacia la Laguna del Puerto, en una hora nos encontrábamos a orillas de la Laguna, que no pudimos disfrutar mucho debido a la capa de hielo y nieve que tenía, seguimos hacia arriba con dirección al Cueto de Arbas, destino principal del día, las rampas hasta el collado eran exigentes y con la gruesa capa de nieve se volvía bastante duro el progresar, además de no estar muy duchos con las raquetas de nieve, y que, en algunos casos era la primera vez el caminar con ellas. Ya en el collado, y con las fuerzas recobradas, nos enfilamos por la cresta hacia el pico, el cresteo fue muy entretenido gracias a la nieve dura y con alguna zonas heladas, procurando no asomarnos mucho hacia el valle por miedo a las grandes cornisas existentes, enseguida llegamos a la caseta y a los esquís del pico, las vistas eran bastantes limitadas por culpa de las nubes que nos cubrió en ese momento.
Una vez comido algo dentro de la caseta, encaminamos nuestra vuelta de regreso por las huellas dejadas, pero en el collado de la Gobia, decidimos acercarnos al Pico del Rapau por todo el cresterio, para así poder disfrutar desde las alturas de todas las pistas de esquí, la verdad es que nos costaba dejar la arista por las formidables vistas que teníamos, aparte de la suerte que tuvimos con la meteorología. Desde el pico enfilamos por la primera pala de nieve que vimos en dirección al aparcamiento y en poco más de media hora nos presentamos, junto con los esquiadores, en el autobús para regresar a La Bañeza.
La estación invernal, aun siendo pequeña, no desmerecía para nada en cuanto a instalaciones y pistas a San Isidro o Fuentes de Invierno, según comentaron los esquiadores las pistas no eran de mucha dificultad con lo que favorecía el disfrute tranquilo de las bajadas.
En fin, esto es todo, espero vernos la próxima salida por el Valle del Silencio, paseo imprescindible en nuestras andaduras.
Estadísticas: 6,50 km. // + 500 m desnivel // 5:30h.