
El día amaneció completamente despejado con una temperatura agradable acompañada de una ligera brisa que levantó el optimismo de todos los asistentes. No obstante, la nieve caída durante la última semana que cubría gran parte del recorrido, despertaba muchas inquietudes por parte de los corredores al ser una dificultad añadida.
A las 10.30h clavadas, una vez confirmado con el puesto de control del pico Vizcodillo el estado del recorrido y colocados todos los voluntarios de organización en sus sitios se daba la multitudinaria salida desde el aparcamiento del Lago Truchillas.

A partir del pico la nieve sería el principal rival a batir, especialmente por los primeros corredores que trabajosamente debían abrirse paso por una nieve que iba perdiendo consistencia a medida que aumentaba la fuerza del sol, dificultando el avance de los corredores que veían como paso a paso sus piernas desaparecían en el manto de nieve.

En cabeza de carrera, la lucha estaba segmentada. En 1ª y 2ª posición, Pedro Guerra mantuvo una ventaja de unos 30 segundos sobre Eladio Lantada que, aunque competían en categorías distintas, no estaba dispuesto a dar respiro al líder. Por otro lado, en 3ª y 4ª posición, el montañero Gabriel Santamaría que recuperó posiciones durante la bajada, avanzaba codo con codo con Jesús Quintans y mantuvieron su lucha hasta el final.
En esta edición, el recorrido no era novedad y los corredores se habían preparado para encarar el cortafuegos vertical que los llevaría hasta el río Truchillas, en esta ocasión más cargado de agua y barro, y a escasos metros de la meto el cruce perpendicular del río. Finalmente, el primer atleta en cruzar la línea de meta fue Pedro Guerra Cascallana con un tiempo total de 02:28:39, seguido por el veterano Eladio Lantada que paró el crono en 02:29:14. El primer montañero fue Gabriel Santamaría Manso que entró a las 02:30:22 y la primera fémina fue Guadalupe Lodeiro Núñez con 02:54:52.
Como curiosidad, pudimos ver a lo largo del recorrido a Salvador Calvo, que recién llegado de Australia de ganar la Race the Planet, quiso probar la dureza del recorrido en sus propias piernas fuera de carrera.
Una vez terminada la prueba los corredores y acompañantes pudieron disfrutar de una exquisita paella en el Bar El Chiringuito de Truchas donde se realizó la entrega de premios.
Este año ha sido el primero que la carrera homenajea al que fuera socio y amigo de este Club, compañero de montaña y en carreras de muchos de los participantes que hoy han corrido y disfrutado intensamente de la montaña, y hoy más que nunca se ha podido sentir la fuerza especial que hace única esta prueba.
Muchas gracias a todos los colaboradores, patrocinadores y corredores por hacer de esta carrera una realidad que crece constantemente y se supera año tras año.
¡¡No os olvidéis de dejarnos vuestros comentarios sobre la carrera!!