
Como de costumbre,
salimos puntualmente de La Bañeza a las 8:00 h. dirección Ponferrada, según
veíamos amanecer se iba vislumbrando un cielo bastante oscuro.
Sobre las 9:00
estábamos ya en Ponferrada con el desayuno de rigor, cuando nos pusimos en
marcha dirección a Compludo (inicio de nuestra ruta), la meteo parecía que no
quería mejorar, sin embargo el grupo se dirigía a su destino por una carretera
sinuosa, peligrosa y encima nevando.
Sobre las 10:00h. comenzó
la marcha en dirección a Palacios de Compludo por una pista asfaltada. Lástima
que el autobús no pudiese atravesar el puente para acercamos hasta el pueblo,
nos hubiese ahorrado 3 Km. con unas rampas nada despreciables.
Justo a la entrada
de Palacios, a la derecha, sale un camino con una pendiente pronunciada que nos
lleva directamente hacia el arroyo Iruela, nuestra primera complicación del
día, ya que tiene bastante agua y tenemos que cruzarlo. Nos vamos ayudando unos
a otros y conseguimos todos cruzarlo sin caídas, aunque con las risas típicas con
los que suelen caerse al agua normalmente.
Seguimos el sendero
hacia la izquierda que poco a poco se va convirtiendo en un lodazal de barro,
hierbas, hojarascas y algunos pasos complicados entre piedras resbaladizas
debido a la climatología que castiga duramente.

Poco a poco nos
acercamos al pueblo casi despoblado de Bouzas, disfrutando de unas vistas muy
agradables del valle encajonado y serpenteante, parece que el tiempo nos da una
tregua y nos permite tomar un tentempié.
A las 13:30h. y a 1
Km. de Bouzas (donde nos está esperando el bus), tuvimos que tomar la decisión
de dar la vuelta y volver a Compludo, ya que para continuar había que cruzar el
río Meruelo, pero el paso habitual estaba perdido por la crecida, con mucho
caudal de agua y muy fuerte debido a las últimas lluvias caídas, al no verlo nada
seguro.
La ruta se alargó más
de lo previsto, aunque lo mejor estaba por llegar ya que como buena ruta de Bota y Plato (la X organizada por el Club) a las 16:30 h. estábamos
en el restaurante disfrutando de unos entrantes magníficos y seguido de un buen
cocido berciano con buen vino y buena compañía.
Sobre las 19:00 h.
dimos la vuelta a casa. Y ya en el autobús pensando y deseando que llegue
pronto la siguiente salida.