El pasado Domingo día 7 tuvo lugar la "VI marcha de otoño por la montaña del Bierzo" organizada por la Delegación Leonesa de montañismo entre las localidades de Quintana de Fuseros y Noceda del Bierzo con la celebración incluida de un típico "Magosto Berciano”. Castañas asadas acompañadas de buen vino del Bierzo todo ello enmarcado por un bonito arcoíris otoñal, sirvieron de colofón a una jornada de encuentro entre los miembros de los diferentes clubs de montaña de la provincia. Caras, algunas conocidas, pero sobre todo nuevas, compartieron aventuras, rutas que merecen la pena y algún que otro cachico de queso sentados al amparo de un verde pino. Nuestros compañeros Javi y Gabi acudieron raudos y veloces a la cita y disfrutaron de una estupenda jornada de la que seguidamente nos presentan esta crónica.
Todo empezó a las 8 de la mañana en la Glorieta de Guzmán el Bueno donde tres espléndidos autobuses esperaban a los intrépidos y la mayoría maduros montañeros de espíritu joven para llevarlos a la localidad de Quintana de Fuseros desde donde después de los oportunos preparativos y los necesarios consejos y explicaciones se iniciaría la ruta. La jornada típicamente otoñal prometía chubascos a intervalos y una fresca temperatura que con el inicio de la marcha cuesta arriba se transformaría en sudor veraniego y calor estival pese a lo cual la ropa de abrigo y el chubasquero eran la tónica habitual.
El recorrido "oficial" para los más fuertes de 17 Km con un desnivel de 630m de subida y 730m de bajada estaba estimado realizarlo en unas 5h siempre sin prisas pero sin pausas para llegar antes de las 16.30 a Noceda donde podríamos una vez limpitos y perfumados montarnos en los autobuses que nos llevarían a la Gran Castañada. Para los más flojos existía la ruta alternativa de 500m lisos que a nadie pareció interesar, sólo los dos perezosos representantes del club de montaña Teleno se atrevieron a recorrer pero bueno era ya de esperar.
Después de casi dos horas desde la partida en continua ascensión y acompañados por majestuosos castaños, llegamos a unos prados de alta montaña (1287m) conocidos como "La era de la Batalla" nadie sabía de que era la batalla si de nieve o de globos de agua pero daba igual, continuamos ascendiendo por el cordal hasta llegar a la "Ciudad de las Abejas" a 2Km y 1540m de altitud donde no había colmenas y las abejas tenían cuernos y lana pero daba igual continuábamos subiendo ,cada vez el repecho era más duro, el corazón latía con más fuerza esa que le robaba a las piernas que parecían quedarse atrás hasta que después de un Km llegamos a "La Collada" (1570m) que separa los términos de Quintana y Noceda. Bonitas vistas desde aquí paisaje berciano auténtico, montes, valles, prados, bosques perennes y caducifolios intercalados los verdes con los amarillos y naranjas toda una explosión de colores otoñales acompañados de un típico clima escocés donde el sol brillaba entre la fina lluvia y William Wallace nos recordaba a grito pelado que las castañas del camino eran suyas, pero que nos dejaba coger algunas.
Desde aquí vuelta a abrocharse el chubasquero porque la altura se notaba, el frio arreciaba y el agua dejaba paso al aguanieve que no cuaja, siempre con delicadeza, sin empapar, y de vez en cuando con una caricia solar. Después de 7 Km y medio de descenso entre robles castaños y pinos, fuentes de agua fresca y setas alucinógenas de un rojo alucinante llegamos al bonito camping de Noceda donde los que no la habían hecho ya sacaron sus zurrones afilaron las navajas y entre trago y trago de vino coplas de siempre alguno entonaba. Rato divertido y ameno nos hicieron pasar chupito de orujo en el bar y vuelta al autocar que nos quedaba lo mejor del vino y las castañas.
A tan solo 2,5 Km esta la Cooperativa de Noceda, gran nave artificial donde reúnen todas las castañas del lugar, las suben por aquí las bajan por allá las empaquetan aquí las grandes separadas de las pequeñas y todas juntas a Francia se van, a 0,7 € el Kilo las pagaban para que veas luego lo que cambian cuando llegan a la plaza. Y mientras fuera una gran fogata nos esperaba dos tambores con la panza llena de castañas giraban a mano para no dejarlas quemar y cada uno con su cucurucho y su vaso de tinto a esperar que saquen una ornada ummmm que ricas están que bien sabe todo que risas y que brasas que nos queman el pico y nos hielan la espalda pero qué más da lo hemos pasado genial, y antes de marchar a esperar a los del Teleno que de la ruta corta todavía no han debido llegar, hay madre, vuelta al autocar y después de una siesta abrimos los ojos y Guzmán nos volvía a señalar pero en vez de a la estación cada uno para su casa.
Las fotos de la ruta las podéis ver pulsando aquí.